jueves, 5 de noviembre de 2009

IMAGENES ( Carlos Ruiz )

Desde que edad comenzamos a tener recuerdos? desde los tres ó cuatro años? O antes?
Hay veces que trato de hacer memoria y las imágenes se me vienen como en un flash, como pequeños cortos de película en las que me parece verme como en tercera persona, como si no fuera yo.
Y veo la imagen de un niño siempre cerca de su mama.
Ahora que lo pienso bien, en esas imágenes siempre está mi mama cerca.
Como aquella vez que mirábamos un desfile en el centro de Bariloche y de pronto el cielo se comenzó a poner oscuro, y sol se ocultó a mitad de la tarde y la ciudad se vistió de penumbras.
La gente miraba el cielo y señalaba algo, pero yo no comprendía que pasaba.
La próxima imagen es mi mama sacándose el pañuelo de su cabeza y poniéndomelo sobre la mía.
Cuando comenzábamos a subir las escaleras rumbo a la parte alta de la ciudad me di cuenta de lo que pasaba: una fina llovizna de cenizas comenzaba a cubrir todo.
Años después me contaron que en Chile había explotado un volcán.
De esa misma época también tengo otro recuerdo asociado con un volcán, pero lo que no consigo es ponerlos en el tiempo, si fue antes o después del primer suceso que les cuento.
El día estaba hermoso y a la habitación entraban a pleno los rayos del sol.
Yo estaba en la cama, según me contaron después, por que tenía sarampión.
La habitación la recuerdo como si fuera muy grande y con pisos de madera.
De pronto siento que la cama se mueve y se comienza a deslizar hacia una de las paredes. Esto me causó gracia y me veo sonriendo.
De pronto aparece mi madre en la puerta y avanza como puede agarrándose de las paredes e intentando llegar hasta a mi.
Me saca en brazos y veo al resto de la gente de la casa en el medio del patio, y como la pequeña quinta que está en el fondo se mueve hacia arriba y abajo , como si fuera una sábana movida por dos personas tirando uno de cada punta.
Pegado a la cerca que separaba el patio de la quinta había un pequeño tonel lleno de agua que se comienza a bambolear, hasta que sale rodando hacia el frente de la casa.
Todos seguíamos muy juntos unos de otros y siempre en el medio del patio.
Poco a poco volvió la calma y cuando íbamos a entrar a la casa, llega corriendo Lito, y me acuerdo como si fuera hoy su cara de asustado.
El estaba en el colegio y el maestro que les daba clase se asustó y los dejó solos, y ellos se escaparon como pudieron cada uno para su casa.
Cuanto hay de verdad en todo esto? Habrá sido como yo lo recuerdo? O con los años mi mente lo fue adornando y lo convirtió en esto que hoy lo llevo en mi cabeza como si fueran pequeños retazos de una película?
La otra imagen que tengo de ese mismo tiempo, es a la Chonina lavando ropa en el costado de la casa, y su cara llena de lágrimas mientras me abraza y me besa.
Luego tomado de la mano de mi mamá nos comenzamos alejar.
Me acuerdo haberme dado vuelta una vez más y verla inclinada sobre la pequeña pileta sin poder contener el llanto.
Con mi mamá nos estábamos yendo de Bariloche, y pasarían unos cuantos años para volverla a ver.
Luego me veo bajándonos del tren en el medio de la noche, en una pequeñísima estación apenas iluminada por un foquito.
Y el silbido del viento, y un banco de madera en el que nos sentamos.
Luego es como si la película se cortara y de ese viaje ya no tengo más recuerdos.
Con el tiempo supe que esa estación era en Comallo, en plena estepa patagónica, y estábamos de paso rumbo a Cerro Policía.
Allí debimos estar hasta la madrugada para luego tomar el colectivo de la cooperativa El Valle, que en ese tiempo hacia el recorrido hasta General Roca.
Pero nosotros nos quedaríamos a mitad de camino, en Cerro Policía en la casa de mi abuelo Bustos, hasta donde después nos vendría a buscar el Pancho.
La Lola y yo comenzábamos una nueva vida.

Carlos Ruiz

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